Por: Andr&eacute;s Pascual, AINIA (Espa&ntilde;a) A pesar del creciente inter&eacute;s de los consumidores y la necesidad de buscar alternativas m&aacute;s sostenibles a la producci&oacute;n alimentaria actual, el mercado de la carne de origen vegetal supone una cuota m&iacute;nima del mercado mundial inferior al 1%. Sin embargo, se vislumbra un incremento en las actividades de investigaci&oacute;n, desarrollo tecnol&oacute;gico e innovaci&oacute;n que impulsen este mercado. Una contribuci&oacute;n al desarrollo sostenible de los sistemas de producci&oacute;n de alimentos Seg&uacute;n diferentes estudios citados por el Good Food Institute (GFI), la producci&oacute;n de carne a base de plantas utiliza aproximadamente un 70% menos de agua y un 50% menos de tierra. Adem&aacute;s, reduce la contaminaci&oacute;n del agua en al menos un 50% y las emisiones de efecto invernadero en, como m&iacute;nimo, un 30%. Por otro lado, un reciente estudio de An&aacute;lisis de Ciclo de Vida y de viabilidad t&eacute;cnico-econ&oacute;mico de CE Delft, muestra que la carne de cultivo celular podr&iacute;a reducir el impacto clim&aacute;tico de la producci&oacute;n de carne en un 92%, reducir la contaminaci&oacute;n en un 93%, usar un 95% menos de tierra y un 78% menos de agua. La carne de origen vegetal o plant-based meat La carne y los productos c&aacute;rnicos de origen vegetal son, en realidad, un segmento dentro del mercado &ldquo;plant-based food&rdquo;, que incluye tambi&eacute;n al pescado, los huevos y la leche de origen vegetal, as&iacute; como sus correspondientes productos derivados. Estos se conocen internacionalmente bajo la denominaci&oacute;n &ldquo;plant-based meat&rdquo;, son productos que se asemejan a la carne tradicional utilizando uno o varios ingredientes proteicos de origen vegetal es decir, procedentes de plantas. Los ingredientes m&aacute;s empleados son formas completas o fracciones de cereales como la soja o el trigo, o leguminosas como los guisantes o garbanzos. Aunque algunas prote&iacute;nas alternativas como los hongos o las algas, no se clasifican como plantas, los productos plant-based que los incorporan se consideran dentro de este sector. Productos como las hamburguesas, nuggets o alb&oacute;ndigas han entrado antes en el mercado ya que la carne picada tiene una textura m&aacute;s simple y es m&aacute;s f&aacute;cil de asemejar a la carne de origen animal, a diferencia de las piezas m&aacute;s grandes como las pechugas de pollo y las chuletas de cerdo o de vaca que est&aacute;n hechas de tejido muscular intacto. Desde la perspectiva de mercado, 2020 ha sido un a&ntilde;o r&eacute;cord en ventas e inversiones de &ldquo;plant-based meat&rdquo; a nivel mundial; increment&aacute;ndose las ventas globales un 23% llegando a los 4.200 millones de d&oacute;lares, suponiendo Estados Unidos un 33% de las ventas. Algunas empresas destacadas a nivel internacional son Impossible Foods y Beyond Meat en Estados Unidos, Plant&amp;Bean en Reino Unido (mayor planta de Europa), y en Espa&ntilde;a Natursoy, Heura y Novameat. Retos y avances tecnol&oacute;gicos para el desarrollo de productos plant-based meat 1. Extrusi&oacute;n h&uacute;meda para mejorar la textura La textura es uno de los principales retos tecnol&oacute;gicos a superar en los an&aacute;logos c&aacute;rnicos vegetales. En este sentido la tecnolog&iacute;a de extrusi&oacute;n se presenta como una de las l&iacute;neas tecnol&oacute;gicas de mayor repercusi&oacute;n y potencial para superar este problema. Se est&aacute;n produciendo avances en la generaci&oacute;n de nuevas estructuras an&aacute;logas a las c&aacute;rnicas aplicando tecnolog&iacute;as de extrusi&oacute;n innovadoras HMEC (High Moisture Extrusion Cooking), dando lugar a productos an&aacute;logos a los c&aacute;rnicos, con apariencia fibrosa, estriada, no expandida, homog&eacute;nea y h&uacute;meda; y extrusi&oacute;n a baja humedad que da lugar a texturizados proteicos vegetales, TVP (Texturised Vegetable Protein), con una apariencia fibrosa, seca, heterog&eacute;nea y expandida. <p style="text-align: center;"> 2 Impresi&oacute;n 3D para creaci&oacute;n de estructuras complejas Se observa el avance en la optimizaci&oacute;n de las propiedades organol&eacute;pticas y funcionales de las prote&iacute;nas vegetales, el desarrollo de cadenas de suministro de prote&iacute;nas vegetales para cultivos especializados y el desarrollo de nuevos cultivos y variedades personalizados. En este sentido destaca la impresi&oacute;n en 3D y, como ejemplo de innovaci&oacute;n, el desarrollo de nuevos productos de m&uacute;sculo entero, con desarrollos en tecnolog&iacute;as shear-cell, spinning e impresi&oacute;n 3D para la creaci&oacute;n de texturas de m&uacute;sculo fibrosa con las que ofrecer una experiencia sensorial pr&oacute;xima a la carne tradicional. <p style="text-align: center;"> 3 Prote&iacute;nas microbianas, Single Cell Protein, mejoran el perfil nutricional El despegue de los an&aacute;logos c&aacute;rnicos vegetales impulsa la producci&oacute;n, y uso como materia prima, de algunos microorganismos que cuentan con un alto porcentaje de prote&iacute;nas en su composici&oacute;n celular. Es la denominada &ldquo;prote&iacute;na microbiana&rdquo; o single cell protein. El r&aacute;pido crecimiento de ciertos microorganismos y su alto contenido de prote&iacute;na ofrecen una interesante alternativa para producir grandes cantidades de prote&iacute;nas alternativas de manera eficiente. La biomasa microbiana o conjunto de c&eacute;lulas microbianas pueden servir como ingrediente proteico, bien con las c&eacute;lulas intactas o m&iacute;nimamente procesadas para mejorar la digestibilidad o enriquecerse y obtener un contenido de prote&iacute;na a&uacute;n mayor. Esta biomasa microbiana sirve como ingrediente principal, o no, de un producto alimenticio. Ejemplos son el uso de hongos filamentosos de Quorn y Meati como base para sus productos. <p style="text-align: center;"> 4 Fermentaci&oacute;n de presi&oacute;n para el dise&ntilde;o espec&iacute;fico de ingredientes La fermentaci&oacute;n de precisi&oacute;n utiliza hu&eacute;spedes microbianos como &quot;biof&aacute;bricas&quot; para producir prote&iacute;nas espec&iacute;ficas como ingredientes que pueden mejorar significativamente las caracter&iacute;sticas sensoriales y los atributos funcionales de la carne, leche o pescado a imitar. Un ejemplo destacado es la leghemoglobina o &ldquo;hemo&rdquo;de Impossible Foods que se utiliza como ingrediente aromatizante en su hamburguesa para producir un conjunto de propiedades organol&eacute;pticas especiales en el producto cocinado. Otras prote&iacute;nas recombinantes, como la case&iacute;na y el suero, son objetivos clave de la fermentaci&oacute;n de precisi&oacute;n debido a su funcionalidad &uacute;nica en los productos l&aacute;cteos. El suero recombinante producido por fermentaci&oacute;n que se emplea en la base de helado de Perfect Day y las prote&iacute;nas de huevo en Clara Foods, son algunos ejemplos. La gran diversidad biol&oacute;gica de especies microbianas, junto con las capacidades de la biolog&iacute;a sint&eacute;tica, son la base de un campo de innovaci&oacute;n pr&aacute;cticamente ilimitado, aunque no hay que olvidar los aspectos regulatorios que hoy en d&iacute;a ya est&aacute;n influyendo en el liderazgo de las innovaciones en este &aacute;mbito a nivel internacional. Carne mediante cultivo celular o &ldquo;carne cultivada&rdquo; La carne cultivada es, en realidad, carne animal que se produce cultivando c&eacute;lulas animales directamente. Est&aacute; hecha de los mismos tipos de c&eacute;lulas, en la misma o similar estructura de&nbsp; tejidos, con lo que se consigue replicar los perfiles sensoriales y nutricionales de la carne convencional. Se apoya en la aplicaci&oacute;n de conocimientos de cultivo celular y t&eacute;cnicas de medicina regenerativa e ingenier&iacute;a de tejidos. Aunque hay ya cerca de cien empresas de carne cultivada en todo el mundo, ninguna ha alcanzado todav&iacute;a una producci&oacute;n a nivel comercial en t&eacute;rminos de escala o coste. Muchas iniciativas piloto actuales est&aacute;n ligadas a salas de degustaci&oacute;n o actividades de restauraci&oacute;n. En unos a&ntilde;os tendremos instalaciones demostrativas para la comercializaci&oacute;n y donde se podr&aacute;n resolver los problemas de ingenier&iacute;a para producciones industriales. Todav&iacute;a es complicado fijar en un a&ntilde;o concreto la plena producci&oacute;n a escala industrial. Sin embargo, podemos ver algunos productos en el mercado como la primera empresa de carne cultivada de UPSIDE Foods (2016), o las de Mosa Meat y Super Meat; Los nuggets de JUST Foods (2020) o los primeros filetes ribeye producidos por Aleph Farms. Es necesario considerar las actuales limitaciones regulatorias para su comercializaci&oacute;n. Por el momento, Singapur ha sido el primer pa&iacute;s en formalizar sus requerimientos legales y aprobar la venta de un producto c&aacute;rnico cultivado. As&iacute;, aunque tenemos por delante apasionantes retos a abordar mediante la innovaci&oacute;n tecnol&oacute;gica, la incorporaci&oacute;n progresiva de carne de origen vegetal o la producida mediante agricultura celular ayudar&aacute; a reducir la presi&oacute;n medioambiental, frenar la p&eacute;rdida de biodiversidad y dar respuesta a una demanda creciente de los consumidores.