Por:&nbsp;Madrid Food Innovation Hub Las prote&iacute;nas son biomol&eacute;culas formadas por amino&aacute;cidos unidos por enlaces pept&iacute;dicos. El orden y la disposici&oacute;n de los amino&aacute;cidos dependen del c&oacute;digo gen&eacute;tico de cada persona, pero todos tenemos los mismos tipos. Las prote&iacute;nas suponen aproximadamente la mitad del peso de los tejidos del organismo, y est&aacute;n presentes en todas las c&eacute;lulas del cuerpo, adem&aacute;s de participar en pr&aacute;cticamente todos los procesos biol&oacute;gicos que se producen. Su presencia en el organismo es vital y sus funciones van desde el crecimiento hasta la defensa. Su ingesta aporta al organismo 4 kilocalor&iacute;as por cada gramo de prote&iacute;na. La prote&iacute;na es prote&iacute;na. Sin embargo, es verdad que entre la c&aacute;rnica&nbsp;y la vegetal, var&iacute;an en su calidad nutricional. La c&aacute;rnica contiene todos los amino&aacute;cidos esenciales que nuestro organismo no es capaz de crear por s&iacute; mismo, y por ello es considerada de alto valor biol&oacute;gico. Por el contrario, la vegetal no posee esta cualidad, pero&nbsp;eso no significa que sea peor. Simplemente hay que mezclar diferentes alimentos para conseguir todos los amino&aacute;cidos esenciales. Es importante tener en cuenta que, aunque 100 gramos de prote&iacute;na animal y 100 gramos de prote&iacute;na vegetal tengan un 20% de concentraci&oacute;n proteica, siempre ser&aacute; m&aacute;s f&aacute;cil consumir 100 gramos de carne que 100 gramos de legumbres en una comida. Ese es uno de los muchos motivos por los que la prote&iacute;na alternativa tiene tanto potencial. &iquest;Qu&eacute; son las prote&iacute;nas alternativas? Son todas aquellas prote&iacute;nas cuyo origen es diferente al animal. Y, aunque todo comenzase con la idea de encontrar un sustituto a la carne, hoy en d&iacute;a tambi&eacute;n pueden sustituir pescado, huevos y leche. Esto las convierte en una de las ramas m&aacute;s importantes del futuro de la industria alimentaria. Adem&aacute;s de todas las soluciones que ofrecen las prote&iacute;nas vegetales, actualmente ya se trabaja con tecnolog&iacute;as centradas en fermentaci&oacute;n, cultivo de c&eacute;lulas o bioimpresi&oacute;n de alimentos, consiguiendo cada vez m&aacute;s texturas, sabores y niveles nutritivos similares a los de la prote&iacute;na animal. El desarrollo de estas prote&iacute;nas alternativas persigue conseguir un rendimiento superior, reducci&oacute;n en los costes de producci&oacute;n, disminuci&oacute;n considerable del impacto ambiental (al compararlas con las animales) y el acceso a alimentos sanos, seguros y comprometidos con el medio ambiente a la poblaci&oacute;n mundial. <p style="text-align: center;"> Las 4 fuentes alternativas de prote&iacute;nas que m&aacute;s se utilizan hoy en d&iacute;a son: Prote&iacute;na vegetal La contienen alimentos vegetales como pueden ser la soja, las legumbres o las setas. Una de sus caracter&iacute;sticas principales y que la diferencia de la prote&iacute;na animal, es que es no aportan colesterol y son ricas en fibra. Algas o microalgas Tienen elevado inter&eacute;s nutricional y grandes beneficios para la salud humana y animal. Sus principales problemas son el elevado nivel de metales pesados en el agua de mar y su cultivo, que actualmente no es demasiado eficiente. Los tipos de algas utilizadas como prote&iacute;nas alternativas son espirulina o Chlorela. Insectos Desde la prehistoria los humanos consumen insectos. Actualmente, con m&aacute;s de 5,5 millones de especies, se calcula que se consumen casi 2.000 tipos diferentes de insectos. A pesar de que su uso como alimento en la sociedad occidental no est&aacute; muy aceptado, su producci&oacute;n y consumo es mucho m&aacute;s sostenible que el de animales como vacas o cerdos. Su aporte nutricional es distinto en funci&oacute;n del tipo de insecto, sexo y estado de metamorfosis. Tienen un valor proteico de calidad y una elevada tasa de digestibilidad. Pero hay que tener en cuenta las posibles alergias o intolerancias asociadas a su consumo. Los insectos cuyo consumo es m&aacute;s habitual son escarabajos, orugas, hormigas, avispas, abejas, grillos, lib&eacute;lulas o moscas. Carne cultivada Es carne producida mediante el cultivo de c&eacute;lulas animales en un laboratorio. Es decir, la agricultura celular es b&aacute;sicamente producir carne in vitro. Est&aacute; todav&iacute;a en fase de investigaci&oacute;n y desarrollo en la mayor&iacute;a de pa&iacute;ses y empresas. En la Uni&oacute;n Europea todav&iacute;a no est&aacute; permitida, pero la startup israel&iacute; Future Meat ya la comercializa. En definitiva, el mayor potencial de estas prote&iacute;nas alternativas es que no solo hablamos de un p&uacute;blico vegano o vegetariano, si no que pretenden colarse en la dieta habitual de omn&iacute;voros.