Su tama&ntilde;o es inversamente proporcional a la cantidad de nutrientes que aporta: carbohidratos ricos en fibra; calcio, f&oacute;sforo, hierro, manganeso, cobre; vitaminas B1, B6, y C; m&aacute;s ocho amino&aacute;cidos esenciales concentrados en 1,7 mil&iacute;metros de alto por 1 de ancho. El teff es el grano m&aacute;s peque&ntilde;o del mundo y, aunque no goza de la popularidad de otros m&aacute;s conocidos, de a poco va ganando terreno entre los llamados&nbsp;superalimentos, con el agregado de ser libre de gluten, lo que lo hace apto para personas con celiaqu&iacute;a. &ldquo;Lo incorporamos a nuestras l&iacute;neas de trabajo en investigaci&oacute;n y desarrollo de alimentos o ingredientes de origen vegetal, de fuentes no tradicionales y de caracter&iacute;sticas nutricionales superadoras, en el marco de la elecci&oacute;n de 2023 como A&ntilde;o Internacional del Mijo por la Asamblea General de las Naciones Unidas, ya que el teff integra este grupo de cereales originarios de &Aacute;frica y Asia&rdquo;, cuentan&nbsp;Dar&iacute;o Cabezas&nbsp;y&nbsp;Mar&iacute;a Jimena Correa, especialistas del CONICET en el Laboratorio de Investigaci&oacute;n en Funcionalidad y Tecnolog&iacute;a de Alimentos de la Universidad Nacional de Quilmes (LIFTA, UNQ) y en el Centro de Investigaci&oacute;n y Desarrollo en Criotecnolog&iacute;a de Alimentos (CIDCA, CONICET-UNLP-CICPBA), respectivamente. Luego de&nbsp;haber desarrollado panificados con quinoa extruida, es decir, sometida al proceso tecnol&oacute;gico de extrusi&oacute;n &ndash;que consiste en el moldeado de un alimento para modificar y potenciar algunas de sus caracter&iacute;sticas&ndash;, los&nbsp;especialistas pasaron a las pruebas con granos germinados, y es aqu&iacute; donde el teff comenz&oacute; a mostrar sus mejores resultados. &ldquo;La germinaci&oacute;n es un proceso durante el cual se multiplican muchos nutrientes, que a su vez se pueden aprovechar en el consumo&rdquo;, se&ntilde;alan. Comenzando por la activaci&oacute;n de la semilla en dormancia, como se conoce al estado previo a brotar, en la que esta se prepara para generar una planta nueva y para esto activa muchas enzimas que desatan distintas transformaciones. &ldquo;Por ejemplo, se hidrolizan algunas prote&iacute;nas; podr&iacute;amos decir que las cortan en peque&ntilde;as partes, y tambi&eacute;n se degrada parcialmente el almid&oacute;n para generar la energ&iacute;a que este proceso necesita. De esta manera, se facilita su digestibilidad&rdquo;, explica Correa, y contin&uacute;a: &ldquo;Asimismo, disminuyen el contenido de ciertos antinutrientes, lo cual aumenta la disponibilidad de los minerales y facilita su absorci&oacute;n&rdquo;. <p style="text-align: center;"> La harina utilizada proviene del grano de teff germinado, lo cual proporciona una gran cantidad de nutrientes f&aacute;ciles de absorber. Foto: gentileza investigadores. Alcanzar el punto perfecto de germinaci&oacute;n fue la parte m&aacute;s extensa y laboriosa: utilizando una incubadora comprada especialmente para el proyecto, fueron necesarias numerosas instancias de caracterizaci&oacute;n y observaci&oacute;n hasta dar con la temperatura, humedad, ciclos de luz, entre otras variables, que arrojaran el resultado buscado. &ldquo;El proceso de germinaci&oacute;n se puede medir de distintas maneras: o bien por la longitud de la rad&iacute;cula, es decir el primer pedacito de ra&iacute;z que asoma; o por el tiempo transcurrido. Durante este desarrollo, el grano va cambiando sus caracter&iacute;sticas, y por ende la harina que se obtenga de ellos tambi&eacute;n ir&aacute; variando&rdquo;, se&ntilde;ala&nbsp;Daniela Igart&uacute;a, investigadora del CONICET en la UNQ y quien estuvo a cargo de esta parte de la investigaci&oacute;n. En este caso, lo diminuto del grano de teff llev&oacute; al equipo a combinar ambos par&aacute;metros para registrar la evoluci&oacute;n de la semilla. &ldquo;Lo que hicimos fue seleccionar a los granos que estaban en los dos primeros estadios de crecimiento, es decir aquellos con la rad&iacute;cula apenas surgida, y los que la ten&iacute;an ya crecida pero antes de superar el tama&ntilde;o del grano. Todo esto, por supuesto, analizado en el microscopio&rdquo;, a&ntilde;ade la experta. <p style="text-align: center;"> Una vez alcanzado un buen porcentaje de granos en este punto de germinaci&oacute;n, el equipo obtuvo una harina de alto valor nutricional con la que comenz&oacute; a ensayar la incorporaci&oacute;n a formulaciones de pan de trigo. As&iacute;, llegaron hasta el reemplazo de un 30 por ciento de este cereal, obteniendo panes de muy buena calidad tecnol&oacute;gica y mejorando marcadamente el aporte de fibra alimentaria, el cual es muy bajo en los panificados tradicionales que llevan solo trigo. Adem&aacute;s de la harina germinada, el equipo tambi&eacute;n realiz&oacute; pruebas con harina de teff extruida producida por el &aacute;rea de Desarrollo de Nuevos Productos del Instituto Nacional de Tecnolog&iacute;a Industrial (INTI), bajo la direcci&oacute;n de Mariana S&aacute;nchez. En ambos casos, los resultados en cuanto a volumen y calidad de los panes son buenos; m&aacute;s prometedores, incluso, que los arrojados por las pruebas preliminares. Cabe mencionar que los ensayos se llevan adelante con granos cedidos voluntariamente por una de las pocas empresas que cultiva y comercializa teff en la Argentina. &ldquo;El desaf&iacute;o fue ir regulando las proporciones de reemplazo para que no se vea tan afectado el volumen del pan ni otras propiedades como el sabor, aroma, textura y aspecto en general. A futuro, el proyecto incluye lograr lo mismo pero en productos libres de gluten&rdquo;, explican el investigador y las investigadoras.