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Alimentos subóptimos: ¿desperdicio o nueva oportunidad de mercado?

El desperdicio alimentario puede transformarse en valor si se toman estrategias de comunicación e innovación que incentiven su consumo.

  • 31/03/2025 • 00:00

Por: Maripaz Villalba, AINIA (España)

Cada año se pierden millones de toneladas de alimentos a lo largo de la cadena de valor por no cumplir con determinados estándares estéticos o por estar cerca de su fecha de consumo preferente. Son productos perfectamente seguros, pero descartados por no ajustarse a los cánones de calidad visual, tamaño o forma. Estos productos, conocidos como alimentos subóptimos, representan un enorme potencial para reducir el desperdicio alimentario y generar nuevas oportunidades de negocio. 

¿Y si en lugar de desecharlos, encontráramos la forma de convertirlos en valor para las empresas, las personas consumidoras y el planeta? 

¿Qué son los alimentos subóptimos? 

Se considera alimento subóptimo aquel producto que, aunque es apto para el consumo, se aparta de los criterios estéticos, comerciales o temporales establecidos por la industria o los canales de distribución. Algunos ejemplos habituales son: 

  • Frutas y hortalizas con formas irregulares. 
  • Productos con envases dañados o etiquetado incorrecto. 
  • Alimentos próximos a su fecha de caducidad o consumo preferente. 
  • Lotes con errores menores en la producción. 
  • Este tipo de productos suelen ser descartados o desperdiciados, generando un impacto económico, social y medioambiental muy significativo. 

Convertir los alimentos subóptimos en oportunidades de mercado 

El desperdicio alimentario sigue siendo un reto global urgente. Sin embargo, los alimentos subóptimos —aquellos que no cumplen criterios convencionales por su tamaño, forma o proximidad a la fecha de caducidad— ofrecen un gran potencial desde el punto de vista empresarial y de sostenibilidad. 

¿La clave para activar ese valor? Mejorar el acceso al mercado, favorecer la aceptación por parte del consumidor y aplicar estrategias innovadoras de valorización que integren estos productos en nuevos modelos de negocio circulares. 

Aceptación del consumidor y segmentación de mercado 

Uno de los principales desafíos es modificar las actitudes del consumidor. La investigación desarrollada en el marco del proyecto BREADCRUMB revela que existen distintos perfiles con alta receptividad hacia los productos subóptimos: 

?? Las personas orientadas al valor optan por alimentos con imperfecciones por su buena relación calidad-precio.
?? Las consumidoras eco-conscientes valoran la reducción del desperdicio y el origen ético de los productos.
?? Quienes buscan experiencias distintas se sienten atraídas por productos “imperfectos”, siempre que se comuniquen de forma eficaz.
?? Consumidores preocupados por la salud y bienestar que priorizan la calidad nutricional sobre la estética del alimento. 

El éxito dependerá de conectar con estos perfiles mediante mensajes claros, atractivos y alineados con sus valores. 

El camino a seguir 

Alinear modelos de negocio, estrategias de marketing y conocimientos sobre el comportamiento del consumidor nos permitirá transformar el desperdicio alimentario en valor económico, medioambiental y social.