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Empresa santafesina transformó granos en alimentos con valor agregado

Con el apoyo del INTI, la empresa BYO SA comenzó como un proyecto dedicado al acopio de granos con la visión de integrar diferentes procesos, agregar valor en el lugar de origen y elaborar alimentos que se adapten a las nuevas necesidades tanto nutricionales como productivas, 

  • 10/04/2025 • 00:00

La experiencia con productores locales y una mirada estratégica, llevaron al ingeniero agrónomo Jorge Barbini a impulsar una alternativa industrial capaz de procesar y transformar materias primas en productos de calidad, con trazabilidad y proyección internacional.

Ese impulso inicial marcó el comienzo de un camino que, con el apoyo técnico del INTI, transformó una simple planta de acopio en una plataforma dedicada al desarrollo industrial y a la exportación. "No queríamos ser solo un paso entre el campo y el puerto. Queríamos agregar valor, hacer alimentos y cambiar el modelo", afirma Barbini.

La materia prima clave de este proyecto fue la arveja amarilla, conocida por su alto contenido proteico, su capacidad de ser cultivada en invierno y sus propiedades como fertilizante natural. A partir de este cultivo surgió una perspectiva innovadora: producir sin entrar en competencia directa con otros productos como la soja o el maíz, fomentar el desarrollo de opciones estratégicas y replantear el concepto de alimento desde su origen, la semilla.

Sin embargo, la propuesta planteaba un gran desafío, y fue en ese momento cuando se estableció el vínculo con el INTI. Con el apoyo del organismo tecnológico, la empresa diseñó la planta, se eligieron los equipos, se crearon premezclas, harinas extrafinas y texturizados de legumbres. A su vez, se pensó en productos sin alérgenos, sin gluten, sin ingredientes de origen animal.

Julián Rodríguez, jefe del Departamento de Agregado de Valor del INTI, reflexiona sobre el camino recorrido: “BYO llegó con una idea potente, pero dispersa. Nosotros aportamos método. Juntos hicimos pruebas, ensayos, desarrollamos harinas de arveja amarilla, productos texturizados, formulaciones para sustituir proteína animal. Los acompañamos en cada paso: desde el layout de la planta hasta la validación sensorial con consumidores. Transformamos una legumbre en un alimento funcional, accesible y de alto valor nutritivo”.

Por su parte, María Barbini, responsable de calidad, lo dice con otras palabras, pero con la misma claridad: “El INTI nos ordenó, nos dio foco, convirtió ideas sueltas en proyectos posibles”.
Con esa visión, BYO comenzó a exportar. Primero granos a India y luego harinas texturizadas, sustitutos cárnicos, premezclas para hamburguesas vegetales, alimentos con alto valor nutricional. Todo producido con trazabilidad total y calidad certificada.

BYO participó recientemente en Gulfood, la feria internacional celebrada en el Dubai World Trade Centre considerada una de las plataformas de negocios más importantes para la industria alimentaria. Su presencia en el evento fortaleció el posicionamiento de la empresa como referente en el suministro de alimentos funcionales de origen vegetal, elaborados con estrictos estándares de calidad y respaldados por el apoyo técnico del INTI.