La experiencia con productores locales y una mirada estrat&eacute;gica, llevaron al&nbsp;ingeniero agr&oacute;nomo Jorge Barbini a&nbsp;impulsar una alternativa industrial capaz de procesar y transformar materias primas en productos de calidad, con trazabilidad y proyecci&oacute;n internacional. Ese impulso inicial marc&oacute; el comienzo de un camino que, con el apoyo t&eacute;cnico del INTI, transform&oacute; una simple planta de acopio en una plataforma dedicada al desarrollo industrial y a la exportaci&oacute;n. &quot;No quer&iacute;amos ser solo un paso entre el campo y el puerto. Quer&iacute;amos agregar valor, hacer alimentos y cambiar el modelo&quot;, afirma Barbini. La materia prima clave de este proyecto fue la arveja amarilla, conocida por su alto contenido proteico, su capacidad de ser cultivada en invierno y sus propiedades como fertilizante natural. A partir de este cultivo surgi&oacute; una perspectiva innovadora: producir sin entrar en competencia directa con otros productos como la soja o el ma&iacute;z, fomentar el desarrollo de opciones estrat&eacute;gicas y replantear el concepto de alimento desde su origen, la semilla. Sin embargo, la propuesta planteaba un gran desaf&iacute;o, y fue en ese momento cuando se estableci&oacute; el v&iacute;nculo con el INTI. Con el apoyo del organismo tecnol&oacute;gico, la empresa dise&ntilde;&oacute; la planta, se eligieron los equipos, se crearon premezclas, harinas extrafinas y texturizados de legumbres. A su vez, se pens&oacute; en productos sin al&eacute;rgenos, sin gluten, sin ingredientes de origen animal. <p style="text-align: center;"> Juli&aacute;n Rodr&iacute;guez, jefe del Departamento de Agregado de Valor del INTI, reflexiona sobre el camino recorrido: &ldquo;BYO lleg&oacute; con una idea potente, pero dispersa. Nosotros aportamos m&eacute;todo. Juntos hicimos pruebas, ensayos, desarrollamos harinas de arveja amarilla, productos texturizados, formulaciones para sustituir prote&iacute;na animal. Los acompa&ntilde;amos en cada paso: desde el layout de la planta hasta la validaci&oacute;n sensorial con consumidores. Transformamos una legumbre en un alimento funcional, accesible y de alto valor nutritivo&rdquo;. Por su parte, Mar&iacute;a Barbini, responsable de calidad, lo dice con otras palabras, pero con la misma claridad: &ldquo;El INTI nos orden&oacute;, nos dio foco, convirti&oacute; ideas sueltas en proyectos posibles&rdquo;. Con esa visi&oacute;n, BYO comenz&oacute; a exportar. Primero granos a India y luego harinas texturizadas, sustitutos c&aacute;rnicos, premezclas para hamburguesas vegetales, alimentos con alto valor nutricional. Todo producido con trazabilidad total y calidad certificada. BYO particip&oacute; recientemente en Gulfood, la feria internacional celebrada en el Dubai World Trade Centre considerada una de las plataformas de negocios m&aacute;s importantes para la industria alimentaria. Su presencia en el evento fortaleci&oacute; el posicionamiento de la empresa como referente en el suministro de alimentos funcionales de origen vegetal, elaborados con estrictos est&aacute;ndares de calidad y respaldados por el apoyo t&eacute;cnico del INTI.