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Desperdicio de alimentos en el hogar

Los alimentos pueden desperdiciarse en varias etapas de las cadenas de producción, transformación, distribución y consumo. En la última etapa, a nivel del consumidor, el desperdicio de alimentos alcanza cifras preocupantes.

  • 02/07/2021 • 00:00

AUTOR: Mgt. Marcela Leal. Consultor en Nutrición, Alimentos y Sustentabilidad. Nutricionista, MN 1196. Master Internacional en Tecnología de los Alimentos.

Es fundamental conocer las percepciones y los comportamientos de los consumidores ante el desperdicio alimentario. Se ha estudiado la influencia de varios factores. Por ejemplo los FACTORES PSICOGRÁFICOS, como la personalidad, el estilo de vida, los intereses, los valores, las emociones, y los estudios han demostrado que influyen en el desperdicio de alimentos en los consumidores.

Actitudes como la COMPRA DE DEMASIADOS ALIMENTOS se ha relacionado con el desperdicio de alimentos. Incluso el impulso de los individuos a la tendencia de compra explica el motivo por el cual algunas personas son más propensas a comprar alimentos de forma desmesurada. Es importante controlar la tendencia de compra impulsiva para, de esta manera, minimizar el desperdicio de los alimentos a nivel de los hogares.

Otra variable a estudiar es la COMESTIBILIDAD de un alimento. ¿Las personas consideran que algunas partes del alimento son o no comestibles? Puede ocurrir que algunas personas no perciben ciertos alimentos o partes de los mismos como algo que podrían comer. Por ejemplo para algunos consumidores la cáscara de una fruta como la manzana no es comestible, con lo cual el hecho de descartarla no lo va a considerar como un desperdicio. Otros ejemplos a mencionar son los tallos de brócoli, la penca de acelga, la cáscara de papa. Es importante conocer las razones (falta de conocimiento, costumbres, asquerosidad o inseguridad) que sustentan esta actitud.

La FORMA DE ELABORACIÓN o de presentación de un alimento es otra variable que tiene mucha influencia. Varios estudios realizados en el ámbito de los hospitales han evidenciado un importante porcentaje de desperdicio de alimentos en los menús recibidos en la institución. Incluso se mencionan valores del 50% de alimento servido en la bandeja de un paciente hospitalizado que no es consumido. Y una de las razones es la falta de agrado de la comida recibida.

Otros estudios de comportamiento de consumidores informan la influencia de FACTORES SOCIODEMOGRÁFICOS en la conducta relacionada con el desperdicio de alimentos. El estudio donde se indaga la cantidad de personas que habitan en el hogar y la edad de los mismos, evidencia que los consumidores más jóvenes y hogares más poblados producen una mayor cantidad de desechos.

Alimentos más frecuentemente desperdiciados

Un estudio realizado en Dinamarca con el objetivo de indagar la percepción de los consumidores observó que las frutas y verduras eran el grupo de alimentos que tenían un mayor número de desperdicio en los hogares daneses, con valores de 24% para “alto desperdicio” y de 76% para “bajo desperdicio”. España es un país que investiga los hábitos de desperdicio en el hogar desde varias asociaciones de consumidores. Han obtenido resultados que indican que las frutas y verduras son el grupo de alimentos que mayor cantidad desechos generan en los hogares españoles, con un valor de 50% para la categoría “se tira poca cantidad” y de 4,4% para “se tira más cantidad”.

El análisis de las cantidades de alimentos tirados a la basura en los hogares españoles dio como resultado que el grupo que se destacó fueron las frutas y verduras, con una cifra del 40,36% de desperdicio. 

Las investigaciones realizadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han comprobado que las frutas y verduras efectivamente son el grupo de alimento que genera el mayor número de desperdicio alimentario en los hogares, con un 19% de “alto desperdicio”. Esto quiere decir que el 19% de los encuestados desecha más de un 10% de frutas y verduras semanalmente.

Consumidores y su análisis sobre la inocuidad

En relación a la duda que pueden tener los consumidores ante un alimento que les parece poco seguro, desde el punto de vista de su inocuidad, podemos mencionar una investigación realizada en Dinamarca al respecto. Los alimentos que se evaluaron fueron jamón y frutillas, en ambos casos el accionar más frecuente fue comer el producto si parecía que la calidad era lo suficientemente buena, el 38% de las personas eligieron esta opción para el jamón y el 53% la eligió para las frutillas. La evaluación del accionar de las personas con respecto al consumo de productos vencidos, dio como conclusión que la mayoría miraría el producto y lo olería para verificar su aptitud. Otros trabajos similares realizados con otros alimentos, indican que el accionar más frecuente entre los encuestados con la manzana y el jamón, fue comer el producto si la calidad era lo suficientemente buena, con más de 40% de afirmaciones. En el caso de la leche la primera medida fue tirarla, con un 58% de respuestas. Con respecto a la evaluación sobre el consumo de productos vencidos, con un promedio del 47%, la mayoría de los encuestados informaron que tirarían aquellos productos que se encuentren vencidos.

También se ha evaluado la actitud que pueden tener los consumidores ante alimentos con un insecto, descripta como la “repugnancia” que puede causar la presencia del insecto en una comida, y demostraron que el sexo masculino estaba significativamente más predispuesto que el sexo femenino a consumir insectos en diferentes situaciones. Al igual que lo estaban los consumidores jóvenes frente a los mayores. En cuanto al nivel educativo, aquellos estudiantes universitarios de disciplinas como agricultura o ciencia tenían una mayor predisposición al consumo de insectos en comparación a las personas que no concurrían a esa universidad.   

En resumen, es evidente la necesidad de considerar las percepciones y comportamientos de las personas en lo referente al desperdicio de alimentos a nivel de hogares. Los resultados de conocer estas variables nos aportan aún más información y conocimiento de la bibliografía actual sobre el desperdicio de alimentos y tener una mayor noción de lo que está sucediendo en los hogares de los ciudadanos de diferentes ciudades. Es en este último eslabón de la cadena, los hogares, donde las cifras de desperdicio de alimentos tienen una gran dimensión y magnitud.