AUTOR:&nbsp;Mgt. Marcela Leal. Consultor en Nutrici&oacute;n, Alimentos y Sustentabilidad. Nutricionista, MN 1196. Master Internacional en Tecnolog&iacute;a de los Alimentos. Es fundamental conocer las percepciones y los comportamientos de los consumidores ante el desperdicio alimentario. Se ha estudiado la influencia de varios factores. Por ejemplo los FACTORES PSICOGR&Aacute;FICOS, como la personalidad, el estilo de vida, los intereses, los valores, las emociones, y los estudios han demostrado que influyen en el desperdicio de alimentos en los consumidores. Actitudes como la COMPRA DE DEMASIADOS ALIMENTOS se ha relacionado con el desperdicio de alimentos. Incluso el impulso de los individuos a la tendencia de compra explica el motivo por el cual algunas personas son m&aacute;s propensas a comprar alimentos de forma desmesurada. Es importante controlar la tendencia de compra impulsiva para, de esta manera, minimizar el desperdicio de los alimentos a nivel de los hogares. Otra variable a estudiar es la COMESTIBILIDAD de un alimento. &iquest;Las personas consideran que algunas partes del alimento son o no comestibles? Puede ocurrir que algunas personas no perciben ciertos alimentos o partes de los mismos como algo que podr&iacute;an comer. Por ejemplo para algunos consumidores la c&aacute;scara de una fruta como la manzana no es comestible, con lo cual el hecho de descartarla no lo va a considerar como un desperdicio. Otros ejemplos a mencionar son los tallos de br&oacute;coli, la penca de acelga, la c&aacute;scara de papa. Es importante conocer las razones (falta de conocimiento, costumbres, asquerosidad o inseguridad) que sustentan esta actitud. La FORMA DE ELABORACI&Oacute;N o de presentaci&oacute;n de un alimento es otra variable que tiene mucha influencia. Varios estudios realizados en el &aacute;mbito de los hospitales han evidenciado un importante porcentaje de desperdicio de alimentos en los men&uacute;s recibidos en la instituci&oacute;n. Incluso se mencionan valores del 50% de alimento servido en la bandeja de un paciente hospitalizado que no es consumido. Y una de las razones es la falta de agrado de la comida recibida. Otros estudios de comportamiento de consumidores informan la influencia de FACTORES SOCIODEMOGR&Aacute;FICOS en la conducta relacionada con el desperdicio de alimentos. El estudio donde se indaga la cantidad de personas que habitan en el hogar y la edad de los mismos, evidencia que los consumidores m&aacute;s j&oacute;venes y hogares m&aacute;s poblados producen una mayor cantidad de desechos. Alimentos m&aacute;s frecuentemente desperdiciados <p style="text-align: center;"> Un estudio realizado en Dinamarca con el objetivo de indagar la percepci&oacute;n de los consumidores observ&oacute; que las frutas y verduras eran el grupo de alimentos que ten&iacute;an un mayor n&uacute;mero de desperdicio en los hogares daneses, con valores de 24% para &ldquo;alto desperdicio&rdquo; y de 76% para &ldquo;bajo desperdicio&rdquo;. Espa&ntilde;a es un pa&iacute;s que investiga los h&aacute;bitos de desperdicio en el hogar desde varias asociaciones de consumidores. Han obtenido resultados que indican que las frutas y verduras son el grupo de alimentos que mayor cantidad desechos generan en los hogares espa&ntilde;oles, con un valor de 50% para la categor&iacute;a &ldquo;se tira poca cantidad&rdquo; y de 4,4% para &ldquo;se tira m&aacute;s cantidad&rdquo;. El an&aacute;lisis de las cantidades de alimentos tirados a la basura en los hogares espa&ntilde;oles dio como resultado que el grupo que se destac&oacute; fueron las frutas y verduras, con una cifra del 40,36% de desperdicio.&nbsp; Las investigaciones realizadas en la Ciudad Aut&oacute;noma de Buenos Aires han comprobado que las frutas y verduras efectivamente son el grupo de alimento que genera el mayor n&uacute;mero de desperdicio alimentario en los hogares, con un 19% de &ldquo;alto desperdicio&rdquo;. Esto quiere decir que el 19% de los encuestados desecha m&aacute;s de un 10% de frutas y verduras semanalmente. Consumidores y su an&aacute;lisis sobre la inocuidad <p style="text-align: center;"> En relaci&oacute;n a la duda que pueden tener los consumidores ante un alimento que les parece poco seguro, desde el punto de vista de su inocuidad, podemos mencionar una investigaci&oacute;n realizada en Dinamarca al respecto. Los alimentos que se evaluaron fueron jam&oacute;n y frutillas, en ambos casos el accionar m&aacute;s frecuente fue comer el producto si parec&iacute;a que la calidad era lo suficientemente buena, el 38% de las personas eligieron esta opci&oacute;n para el jam&oacute;n y el 53% la eligi&oacute; para las frutillas. La evaluaci&oacute;n del accionar de las personas con respecto al consumo de productos vencidos, dio como conclusi&oacute;n que la mayor&iacute;a mirar&iacute;a el producto y lo oler&iacute;a para verificar su aptitud. Otros trabajos similares realizados con otros alimentos, indican que el accionar m&aacute;s frecuente entre los encuestados con la manzana y el jam&oacute;n, fue comer el producto si la calidad era lo suficientemente buena, con m&aacute;s de 40% de afirmaciones. En el caso de la leche la primera medida fue tirarla, con un 58% de respuestas. Con respecto a la evaluaci&oacute;n sobre el consumo de productos vencidos, con un promedio del 47%, la mayor&iacute;a de los encuestados informaron que tirar&iacute;an aquellos productos que se encuentren vencidos. Tambi&eacute;n se ha evaluado la actitud que pueden tener los consumidores ante alimentos con un insecto, descripta como la &ldquo;repugnancia&rdquo; que puede causar la presencia del insecto en una comida, y demostraron que el sexo masculino estaba significativamente m&aacute;s predispuesto que el sexo femenino a consumir insectos en diferentes situaciones. Al igual que lo estaban los consumidores j&oacute;venes frente a los mayores. En cuanto al nivel educativo, aquellos estudiantes universitarios de disciplinas como agricultura o ciencia ten&iacute;an una mayor predisposici&oacute;n al consumo de insectos en comparaci&oacute;n a las personas que no concurr&iacute;an a esa universidad.&nbsp;&nbsp;&nbsp; En resumen, es evidente la necesidad de considerar las percepciones y comportamientos de las personas en lo referente al desperdicio de alimentos a nivel de hogares. Los resultados de conocer estas variables nos aportan a&uacute;n m&aacute;s informaci&oacute;n y conocimiento de la bibliograf&iacute;a actual sobre el desperdicio de alimentos y tener una mayor noci&oacute;n de lo que est&aacute; sucediendo en los hogares de los ciudadanos de diferentes ciudades. Es en este &uacute;ltimo eslab&oacute;n de la cadena, los hogares, donde las cifras de desperdicio de alimentos tienen una gran dimensi&oacute;n y magnitud. &nbsp;