Por: Mgt. Marcela Leal, Consultora Independiente en Sustentabilidad y Desperdicio de Alimento Cada vez tenemos mayor evidencia relacionada sobre la influencia de los sistemas alimentarios en la producci&oacute;n actual y futura de alimentos, los cuales no estar&iacute;an logrando la cobertura adecuada de las necesidades nutricionales de la poblaci&oacute;n y tendr&iacute;an tambi&eacute;n consecuencias en cuanto a su impacto ambiental. Una estrategia para abordar los numerosos desaf&iacute;os sociales, ambientales y de salud que representan los sistemas alimentarios actuales, ser&iacute;a que la poblaci&oacute;n mundial pueda avanzar hacia modelos diet&eacute;ticos saludables y, al mismo tiempo, respetuosos de los l&iacute;mites ambientales. Las nuevas GU&Iacute;AS ALIMENTARIAS, que incluyen el concepto de recomendaciones nutricionales amigables con el medio ambiente, son una excelente oportunidad para que la poblaci&oacute;n pueda seguir un plan alimentario saludable y amigable con el planeta. En este art&iacute;culo veremos el rol que tienen las carnes en este modelo de gu&iacute;a alimentaria de doble prop&oacute;sito. <p style="text-align: center;"> Es fundamental avanzar hacia una DIETA SOSTENIBLE, definida por FAO como: &ldquo;Una dieta con un impacto medioambiental bajo que contribuye a la seguridad nutricional y alimentaria adem&aacute;s de ayudar a las generaciones presentes y futuras a tener una vida saludable. Una dieta sostenible protege y respeta la biodiversidad y los ecosistemas, es aceptable desde el punto de vista cultural, accesible, justa y asequible a nivel econ&oacute;mico; adecuada nutricionalmente, segura y saludable a la vez que optimiza los recursos humanos y naturales&rdquo;. El cambio clim&aacute;tico y la mala nutrici&oacute;n son dos de los mayores retos estructurales que actualmente afronta el mundo. Tanto la forma de producci&oacute;n de alimentos como las enfermedades relacionadas con el estilo de vida (cuyo crecimiento es de gran magnitud y creciente a futuro, de acuerdo a las proyecciones), inducen a tomar las medidas necesarias para que la especie humana utilice los recursos naturales disponibles de forma equilibrada y a la vez realice elecciones de alimentos con un criterio de equilibrio nutricional. Algunas iniciativas implementadas al respecto han demostrado que es posible elaborar unas recomendaciones dietarias que cumplan las directrices diet&eacute;ticas nacionales de un pa&iacute;s, y con las cuales se obtenga una reducci&oacute;n de un 25% en las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la cadena de distribuci&oacute;n de alimentos. Son modelos diet&eacute;ticos con una emisi&oacute;n de carbono inferior que respeta las prioridades culturales, cuyo objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, consideran los factores relacionados con la salud, la econom&iacute;a y la calidad. Una gu&iacute;a alimentaria es un instrumento que traduce e integra el conocimiento cient&iacute;fico y los h&aacute;bitos alimentarios de una poblaci&oacute;n, orientando en la selecci&oacute;n de un patr&oacute;n alimentario con la finalidad de promover un estilo de vida saludable. El modelo de GUIAS ALIMENTARIAS SALUDABLES Y SUSTENTABLES, como las que tienen implementadas pa&iacute;ses como Alemania, Brasil, Suecia, Qatar, es una excelente herramienta para aconsejar a nuestra poblaci&oacute;n a cuidar tanto su salud como al planeta. Una dieta saludable, y a la vez, de bajo impacto ambiental, es aquella que recomienda la siguiente selecci&oacute;n de alimentos: Diversidad. Consumo de una amplia variedad de alimentos Equilibrio entre el aporte energ&eacute;tico y las necesidades de energ&iacute;a. Con base en tub&eacute;rculos y granos enteros m&iacute;nimamente procesados; leguminosas; frutas y hortalizas (fundamentalmente aquellas que se cultivan en el campo porque son resistentes respecto al deterioro, y necesitan menos medios de transporte r&aacute;pidos de gran consumo energ&eacute;tico. Con consumo moderado de carne, si se consume. Con la recomendaci&oacute;n de consumir todas las partes del animal. Moderaci&oacute;n en el consumo de productos l&aacute;cteos o alternativas (como por ejemplo, sustitutos fortificados de la leche y otros alimentos ricos en calcio y micronutrientes). Incluir semillas y nueces sin sal. Pescado en peque&ntilde;as cantidades y productos acu&aacute;ticos ser&aacute;n procedentes de pesquer&iacute;as certificadas. Un consumo muy limitado de alimentos con un alto contenido de grasas, az&uacute;car o sal y un bajo contenido de micronutrientes. Se refiere a productos como papas fritas, productos de confiter&iacute;a, bebidas azucaradas. Proporci&oacute;n beneficiosa entre omega 3 y omega 6 para los aceites y las grasas (por ejemplo aceite de colza y aceite de oliva). Agua de la canilla en lugar de otras bebidas, fundamentalmente azucaradas. <p style="text-align: center;"> Una gu&iacute;a alimentaria establece las directrices para los diferentes grupos de alimentos a trav&eacute;s de mensajes destinados a cada uno de ellos. Aqu&iacute; describiremos espec&iacute;ficamente el GRUPO DE LAS CARNES y los mensajes destinados a su elecci&oacute;n: &ldquo;Coma carne con moderaci&oacute;n&rdquo; &ldquo;La carne blanca es m&aacute;s saludable que la roja&rdquo; &ldquo;Intente limitar la cantidad de carne roja&rdquo; &ldquo;Elija cortes magros&rdquo; &ldquo;Limite el consumo de carne roja (500 gramos a la semana&rdquo;) &ldquo;Evite las carnes elaboradas&rdquo; Algunos mensajes que pudieran estar relacionados con las carnes, son los que corresponden al grupo de GRASAS Y ACEITES, como por ejemplo: &ldquo;Elegir grasas y aceites de origen vegetal&rdquo; &ldquo;Evitar las grasas saturadas, hidrogenadas o trans&rdquo; Adem&aacute;s, estas gu&iacute;as incluyen algunos consejos de conducta. Relacionado con las carnes, podemos mencionar: &ldquo;cocinar los alimentos preferiblemente a fuego lento y, si es posible, en un tiempo de cocci&oacute;n breve, utilizando menor cantidad de agua y grasa&rdquo;. La bibliograf&iacute;a vinculada con la implementaci&oacute;n de este modelo de pir&aacute;mide de doble prop&oacute;sito plantea la necesidad de que esta alimentaci&oacute;n saludable y sustentable debe incluir recomendaciones muy claras referidas a la limitaci&oacute;n del consumo de carne, en relaci&oacute;n a las cantidades m&aacute;ximas. Tambi&eacute;n contener sugerencias cuya finalidad sea conocer la manera para lograr que los cambios resulten atractivos y factibles de ser aplicados. Es importante adaptar los consejos relacionados al consumo de carne, al contexto espec&iacute;fico, por ejemplo: En aquellos pa&iacute;ses cuyo consumo de carne es elevado (habitualmente el caso de los pa&iacute;ses desarrollados): los consejos deber&iacute;an centrarse en la disminuci&oacute;n del consumo. En aquellos pa&iacute;ses con una proyecci&oacute;n a futuro de la ingesta de carne: ofrecer recomendaciones para lograr un consumo moderado para evitar los problemas&nbsp; de los pa&iacute;ses con un alto consumo de carne. En aquellos pa&iacute;ses de ingresos bajos donde el consumo de alimentos de origen animal es bajo: orientar las recomendaciones al aumento de la variedad en las dietas, fundamentalmente hacia un patr&oacute;n caracterizado por un mayor consumo de hortalizas, frutas, leguminosas, nueces y algunos productos c&aacute;rnicos y l&aacute;cteos. Las investigaciones realizadas a la fecha nos informan sobre la necesidad de ampliar, a futuro, con la finalidad de resolver algunos puntos de conflicto, en la definici&oacute;n de un nivel sostenible de consumo de carne que sea conforme con los objetivos ambientales y de salud. Consideraciones relacionadas con las carnes en las gu&iacute;as alimentarias saludables y sustentables de algunos pa&iacute;ses: BRASIL. Sus gu&iacute;as incluyen distintas Categor&iacute;as de Alimentos. &ldquo;En la categor&iacute;a Alimentos Naturales (aquellos que se obtienen directamente de las plantas o los animales y se compran para el consumo sin que hayan sufrido ning&uacute;n tipo de alteraci&oacute;n posterior), incluye, por ejemplo, frutas, huevos, leche. Los alimentos m&iacute;nimamente procesados son alimentos naturales que han sufrido alg&uacute;n tipo de alteraci&oacute;n antes de su compra; incluye por ejemplo, cereales secos, pulidos o molidos en forma de harina, ra&iacute;ces y tub&eacute;rculos lavados, cortes de carne enfriados o congelados y leche pasteurizada&rdquo;. La gu&iacute;a brasile&ntilde;a considera las formas de producci&oacute;n, distribuci&oacute;n y venta de los alimentos con un privilegio de aquellas formas en las cuales el sistema de producci&oacute;n y distribuci&oacute;n tiene la caracter&iacute;stica de ser social y ambientalmente sostenible. Esta gu&iacute;a contiene informaci&oacute;n sobre los impactos ambientales y sociales de los alimentos de origen animal. SUECIA. &ldquo;Menos carne roja y elaborada&rdquo;. Con la recomendaci&oacute;n de un consumo menor de 500 gramos (cocinados) por semana, y de esta cantidad solamente una peque&ntilde;a parte deber&iacute;a ser carne elaborada. &ldquo;La reducci&oacute;n del consumo de carne puede tener efectos beneficiosos tanto para la salud como para el medio ambiente. Reduciendo su consumo, las personas pueden permitirse comprar carne producida de manera m&aacute;s sostenible, con atenci&oacute;n al bienestar de los animales. Los distintos tipos de carne tienen un distinto impacto en el clima: las aves de corral tienen el menor impacto, seguidas de los cerdos. Por otro lado, las vacas y corderos criados al aire libre pueden tener tambi&eacute;n efectos ambientales positivos: el pastoreo puede ayudar a preservar la variedad de los paisajes agr&iacute;colas y la biodiversidad&rdquo;. FRANCIA. Las gu&iacute;as de este pa&iacute;s no incluyen recomendaciones ambientales, aunque la Agencia Francesa para el Medio Ambiente y la Gesti&oacute;n Energ&eacute;tica (ADEME), cuya funci&oacute;n es la implementaci&oacute;n de pol&iacute;ticas p&uacute;blicas en temas como medio ambiente, energ&iacute;a y desarrollo sostenible, ha confeccionado recomendaciones destinadas a la promoci&oacute;n de h&aacute;bitos de compra sostenibles para la poblaci&oacute;n. Por ejemplo promueven, en su p&aacute;gina web, los productos de temporada, recomiendan implementar dietas que tengan en cuenta tanto la salud, como el ambiente y la diversi&oacute;n: sustituir un plato de carne por uno de cereales o leguminosas una vez a la semana, adquirir aquellos productos con etiquetado ecol&oacute;gico, y limitar el desperdicio de alimentos. Se concluye que la evidencia cient&iacute;fica nos informa del n&uacute;mero creciente de datos s&oacute;lidos que sustentan que aquellos patrones alimentarios de bajo impacto ambiental pueden ser tambi&eacute;n saludables. Tenemos as&iacute; un beneficio rec&iacute;proco que puede ser posible, y tambi&eacute;n sumamente necesario. &nbsp;